Si Heller se arrepiente de vender acciones de la “U” tendrá que indemnizar a inversionistas interesados
Además, el fondo de inversión estructurado por Sartor no descarta comprar los títulos que la familia Solari Donaggio tiene en Azul Azul.
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Independiente de Valle, un pequeño equipo ecuatoriano de la ciudad Sangolquí ha hecho historia, ya que en tan solo 10 años pasó de jugar en la tercera división del torneo local a disputar la final de la Copa Libertadores de América y ser el actual monarca de la Copa Sudamericana.
La receta de su dueño, el empresario Michelle Deller, propietario de centros comerciales y algunas franquicias como Kentucky Fried Chicken en ese país, fue tomar el equipo en 2007 y aplicó una fórmula que le ha traído créditos: apostar fuertemente por las divisiones menores, transformándose en un equipo que se ha mantenido en los primeros lugares y con sus jugadores siendo la base de las selecciones ecuatorianas en todas las categorías.
Ese mismo modelo es el que buscarían implementar el grupo de inversionistas que ofreció -por medio de un Fondo de Inversión Privado (FIP) estructurado por Sartor Finance Group- a Carlos Heller quedarse con el control de Azul Azul, la concesionaria que administra la rama de fútbol de la Universidad de Chile.
La operación
La transacción que se concretaría a fin de mes, de acuerdo al último ajuste que se le hizo al contrato, considera una Oferta Pública de Adquisición de Acciones (OPA), por el 63,07% de los papeles que el empresario ligado al grupo Bethia tiene del conjunto universitario. El precio a pagar sería inferior a los $ 400 por título, ya que además los nuevos accionistas se harían cargo de préstamos que la sociedad tiene con algunos bancos de la plaza por unos $ 5 mil millones y que tienen fecha de vencimiento a fines del próximo año.
Con esta oferta, Heller recibiría unos US$ 14,6 millones, inferior a los US$ 21,5 millones que valen hoy en bolsa los 28,1 millones de acciones que posee en la Universidad de Chile por medio de Inversiones Alpes Limitada.
La oferta incluso está más lejos de los US$ 6,6 millones que pagó el empresario por el 10% que en 2015 le compró a José Yuraszeck y que le permitió tener el control de la sociedad.
Conocedores del proceso no descartan que en la OPA los nuevos máximos accionistas queden incluso más cerca de tener el 70% de la concesionaria, ya que aún no se sabe si la familia Solari Donaggio, que por medio de Asesorías e Inversiones Sangiovese Ltda tienen el 6,52% de las acciones del cuadro laico, aproveche la ventana de salida y venda su parte también.
El misterio de los aportantes
El tema de no saber quiénes son los aportantes del fondo privado que armó Sartor habría inquietado a Heller, quien aparentemente está dándole una vuelta más a la venta antes de darle luz verde a la transacción.
Aunque cercanos a la operación detallan que desde que se iniciaron las negociaciones siempre quien ofreció llevarse las acciones de Heller era un FIP. Proseguir con las dudas y frenar la OPA no será decisión gratis para Inversiones Alpes, ya que el acuerdo firmado considera cláusulas de indemnización.
Uno de los temores que tiene ahora el expresidente de Azul Azul es que al club lleguen representantes de jugadores como accionistas. Cercanos al proceso descartan que el fondo cuente con este tipo de personas, por lo que tampoco le entregarán a Heller más detalles de los aportantes que están en el FIP.
Tampoco estaría considerado que el socio que entró recientemente a la propiedad de Sartor, la norteamericana Atlas Fintech Holdings, esté dentro de los aportantes.
Además, agregan que se trata de inversionistas con bajo perfil y que no buscarán con esta operación tener un mayor protagonismo dentro del club. Considerando lo anterior es que se buscaría personas con experiencia en el mundo del fútbol para que entren al directorio de Azul Azul.
Se mueve la acción en la bolsa
La acción de Azul Azul no se caracteriza por ser muy líquida, muestra de ello es que si cualquier otra empresa que compone el IPSA tenía en el horizonte una OPA habría registrado probablemente violentos movimientos en el valor de sus títulos. Pero este no fue el caso.
Recién en la jornada de ayer el título en la Bolsa de Comercio de Santiago (BCS) tuvo algo de movimiento con una variación negativa de 0,67% para cerrar el día en $ 590. Este la primera variación del precio desde el 11 de octubre del año pasado.
Ayer además se registraron transacciones en la bolsa que abarcaron unas 11 mil acciones, con esto se llegó al nivel más alto desde abril de 2018, de acuerdo a información de Bloomberg.
Mientras Heller sigue pensando si vender o no el control de la “U” al FIP de Sartor, en la cancha recibió su primera alegría ya que ayer,el cuadro azul derrotó a Iquique por 2-0.